He dedicado a la música la mayoría de mi vida y mi forma de pensar e interpretar la dirección refleja mi amor para ella a través del respeto para la partitura.
Creo que sea un “gesto” teatral de gran potencia que no se puede contradecir en un diseño de dirección.
Me gusta ser el instrumento de interpretación de la grandes obras, partiendo de una escenografía que recuerde la tradición y, al mismo tiempo, interpretando la sensibilidad y el sentimiento del autor intentando sugerir emociones que complementen el conjunto. Me gusta profundizar mi búsqueda.
Me gusta la ayuda que pueda venir de las proyecciones utilizadas de forma poética, creando imágenes oníricas para hacer resurgir las características psicológicas de los personajes.
Me gusta utilizar la luz como instrumento expresivo que pretende velar lo que no es importante para evidenciar el gesto revelador.